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Por Adriana Muro

Vivir la tragedia de un desastre natural en la casa, a miles de kilómetros de distancia, genera ansiedad y frustración en niveles inesperados. Llevo enferma toda la semana. La desesperación de no poder ayudar físicamente se traduce en mis mediocres retweet y torpes publicaciones en Facebook tratando de contribuir a la circulación de información sobre las redes de ayuda.
Desde la tragedia, surge también en lejanía que me separa de mi tierra, el orgullo ante la extraordinaria reacción de la sociedad mexicana a la que pertenezco y en la que crecí. Hoy por fin, por vez primera, pues no viví el terremoto del 85, siento y admiro la capacidad unificada de reconocimiento en el otro que se plasma de múltiples formas  en cada rincón del país.
Después del susto y la tristeza, mi nudo en la garganta hoy es porque vienen días difíciles, porque los escombros que dejó el terremoto del martes 19 de septiembre caen en las arenas movedizas de la corrupción e impunidad que desde hace años juegan a sostener el país.
Pienso que esta unión puede y debe mantenerse más allá del rescate, los centros de acopio y la solidaridad inmediata. Como no me concentro, paso mucho tiempo en redes mirando las propuestas de la sociedad y pensé, ¿qué tal si organizamos una lista de víveres para la reconstrucción de México? Que cada persona, desde su trinchera, sus conocimientos y sus ganas, aporten al resurgimiento del país, donde además de edificios, se reconstruya a corto y mediano plazo la participación activa de la sociedad, la rendición de cuentas y que, por fin, dejemos de ser la burla de la clase política  y el gobierno.
La lista ya comenzó. Estas son ideas suyas. Fortalezcamos y perfeccionemos esa ayuda. Pensemos que serán semanas y quizás meses en los que, como escribió Juan Villoro, debemos mantener el puño en alto.

  1. Fotógraf@s: documenten lo más que puedan, la unión, las muestras de ayuda, pero también, los derrumbes, las fallas, la negligencia de los gobiernos locales. Esas pruebas son clave para demostrar la falta de debida diligencia y exigir medidas de investigación, sanción y reparación.
  1. Arquitect@s, ingenier@s, constructor@s, maestr@s de obras, albañiles, rífense con sus conocimiento para emitir opiniones profesionales sobre el estado de los edificios, las casas, oficinas. Evidencien donde hubo fallas, cómo podemos reconstruir de forma ágil las ciudades y municipios para que las personas que lo perdieron todo tengan de nuevo un lugar donde vivir.
  1. Expert@s en seguros, ustedes son clave para las personas que además de bienes inmuebles e inmuebles, perdieron familiares y requirieren de servicios hospitalarios. Ayuden a que esos gastos no generen deudas impagables.
  1. Abogad@s litigantes, sobre todo de despachos glamurosos, que la asesoría jurídica no se superficial, ni reactiva, les tocará dejar de facturar horas y llevar procesos largos para garantizar los derechos patrimoniales de las personas.
  1. Economistas, dígannos cuánto nos va a costar la reconstrucción, cómo van las pérdidas, qué necesitamos para no hundirnos en la crisis.
  1. Abogad@s que le saben a derecho electoral, constitucional y administrativo, unamos esfuerzos para que el dinero que aportamos a este país se gaste de forma correcta. Aquí nadie nos regala nada, construyamos iniciativas a mediano plazo para garantizar una reparación integral sin el perverso fin electoral de los partidos.


La lista puede crecer hasta donde queramos, mientras sigamos abrazándonos mucho.
#FuerzaMéxico #VíveresparaMéxico
***
NO podemos tener una estrategia de prevención SIN saber cuánto daño causan realmente los desastres. Y no podemos saber cuánto cuestan, si el gobierno NO cuenta adecuadamente TODA la ayuda que da la sociedad. ¿Y si los que donamos exigimos que de una vez por todas las decisiones sean para salvar vidas y disminuir daños?
Regálanos 5 minutos para lograrlo (da click aquí). Nos lo merecemos.

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