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¿Qué opinas de la reconstrucción? (Pon a prueba tus conocimientos y referencias)
¿Qué opinas del proceso de reconstrucción? ¿Vamos bien, vamos mal, le seguimos, nos regresamos? ¿Lo que hace y/o dice nuestro gobierno es lo adecuado, es proporcional, es lo necesario? ¿Tienes elementos para saber si en México estamos haciendo una correcta reconstrucción?
Aquí te presentamos 10 hallazgos de un estudio de la Universidad de Berkeley sobre una reconstrucción considerada exitosa: el caso de Chile (solo en el tema de vivienda). Queremos invitarte a leerlos y pensar en lo que sabes. Pero antes de entrar en materia, un poco de información de contexto.
Sabemos que los terremotos son destructivos y costosos. Cierto. Pero conviene poner en perspectiva los altos grados de destrucción que causan. Incluso en países ricos y sociedades organizadas los daños duran por lustros y décadas. En Estados Unidos (EEUU), Katrina devastó Nueva Orleans en 2005 y actualmente (12 años más tarde) hay 25% menos viviendas habitables que antes. En 1989, hubo un terremoto en “Loma Prieta”, San Francisco (también en EEUU) y 10 años después aún faltaba por sustituir 25% de las viviendas perdidas. En Kobe, Japón, cerca de 400.000 viviendas fueron dañadas o destruidas, el 10% de sus habitantes terminó viviendo en otra parte y tomó 10 años volver a los niveles de ocupación de vivienda anteriores al terremoto. El caso más extremo es el terremoto de Puerto Príncipe, Haití, en 2010; cinco años después miles de personas seguían viviendo en casas de campaña. Según la información oficial, en México por lo menos 55,000 casas quedaron totalmente destruidas, y un total de casi 200,000 casas dañadas.
Ahora sí, vamos a nuestro caso de referencia. El 27 de febrero de 2010, Chile vivió el que ha sido considerado el sexto terremoto más fuerte en la historia, no de ese país ¡sino del mundo! Diversos estudios han identificado por qué un fenómeno de esta escala no causó la destrucción y devastación que sí sucedió en otros países (sus reglas de construcción son muy estrictas, por ejemplo). También, por qué se considera que hay una eficiencia en la reconstrucción, que, a pesar de su política preventiva, fueron inmensos (imaginen un terremoto de 8.8 grados en la escala de Richter).
El terremoto destruyó 1 de cada 10 casas en las seis regiones afectadas. Lo que encontró un estudio de Mary C. Comerio, del Centro de Investigaciones de Ingeniería Sísmica del Pacífico, de la Universidad de Berkeley, es que en tan sólo dos años y medio el 84% de esas viviendas ya habían iniciado su reconstrucción y que más de 121.000 familias que recibieron ayuda del gobierno ya vivían en sus casas reconstruidas o reparadas. En tres años, 75% de las viviendas estaban reconstruidas. Este nivel de avance prácticamente no tiene comparación en el mundo.
Ojo: Chile tuvo daños por US$ 30 mil millones dólares, que representó el 18% de su PIB. De este monto, 21 mil millones se perdieron por daños a viviendas, edificios, escuelas y carreteras. El resto fueron pérdidas indirectas y de negocios. Para que dimensionen cómo los procesos de reconstrucción son largos y lentos, incluso los que –como este caso- son considerados un éxito a nivel mundial: les tomó un año dar apoyos al 60% de los beneficiarios.
La reconstrucción genera una carga inmensa, un desafío extraordinario. Se necesitan miles de millones de dólares y cientos de miles de acciones por parte del gobierno. No es sólo la entrega de viviendas. Es necesario reconstruir las economías locales y resolver muchísimos problemas sociales, se afecta la vida comunitaria, hay impactos psicológicos. Nadie dice aquí que el caso chileno es perfecto. Tiene su propia carga de problemas y errores. Con todo, es considerado de lo mejor que se ha hecho en el mundo.
Y finalmente, aquí están los hallazgos (y en cursivas nuestros comentarios):
Las 10 lecciones que dejó la reconstrucción chilena, según Mary C. Comerio de la U. de Berkeley:

  1. Aceptar que los desastres crean expectativas y oportunidades. Se necesita liderazgo en el gobierno nacional y local, para gestionar tantos proyectos. (Cof cof… rebatinga electoral y muchos ya queriéndose ir a la campaña). 
  2. Reconocer que los programas y las instituciones existentes tienen el beneficio de tener un personal, procedimientos y líneas presupuestarias propias que se pueden emplear. (Acá… las y los alcaldes llevan mes y medio diciendo que NO tienen fondos). 
  3. Reconocer que muchos programas existentes no se adaptan a las condiciones de desastre. Por lo tanto, los gobiernos y otros participantes deben estar dispuestos a ser flexibles, adaptarse y desarrollar nuevos programas dentro de las estructuras existentes. (Ejemplo, el FONDEN no sirve y la única alternativa… es dar créditos).
  4. Contratar a jóvenes con visión de futuro para ejecutar programas y respaldarlos con políticos experimentados para que sean la cara pública de la reconstrucción. (Acá escogieron a Virgilio Andrade para ser la cara de la reconstrucción). 
  5. Reconocer que la unidad nacional tendrá una duración de sólo unas pocas semanas o meses y que los desastres requieren un gran esfuerzo de gestión de la información y expectativas. (Y acá ya declararon por decreto concluida la emergencia… a otra cosa –elecciones-).
  6. Reconocer que la cooperación entre los niveles nacional y local de gobierno es esencial. Los programas necesitan el aporte y la cooperación local para tener éxito. (¿Qué tal el nivel de colaboración entre Graco y el Fonden, por ejemplo?).
  7. Reconocer la necesidad de una atención humanitaria caso a caso, es decir, los procesos para ayudar a las víctimas en todos los problemas que surgen después de un desastre: comida y alojamiento, asistencia médica, cuidado de los niños, trabajos, trabajos alternativos, y principalmente las expectativas. (Acá les mandamos tarjetas con dinero para materiales… a todos por igual).
  8. Reconocer que se necesita tiempo para implementar un esfuerzo de recuperación. En el primer año, es posible arreglar la infraestructura básica. Pero una renovación urbana y nuevas instituciones cívicas puede tomar 10 o hasta 20 años. (Acá, EPN dice una y otra vez que en 3 meses tendremos un México reconstruido).
  9. Aceptar que en la reconstrucción de viviendas a gran escala, se ven pocos resultados tangibles durante el primer año. Mientras el proceso de datos de víctimas, los programas y las finanzas están en marcha, se debe mantener a las familias en sus lugares de origen, si es posible. Junto a esto construir una gran variedad de modelos de evolución de hogares para ayudar a las familias que viven en refugios a entender la siguiente etapa que vivirán. Una visión a largo plazo ayuda a explicar la realidad de los tiempos de construcción, así como las metas de recuperación social y económica. (Pues ya saben lo que dicen por acá). 
  10. Encontrar el equilibrio entre la ayuda del Estado y la responsabilidad individual (liderazgo del gobierno y participación de la comunidad) en todos los esfuerzos de recuperación. La asistencia pos-desastre debiese permitir que los ciudadanos se recuperen, pero no crea derechos. (El debate en México es… ¿quién le cree al gobierno?).
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