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Por Ixchel Cisneros
Es bien fácil echarle la culpa a otros. Salir, dar entrevistas o conferencias de prensa y achacarle toda la responsabilidad de la violencia en el país o la ciudad al nuevo sistema de justicia penal.
Es como si dijeran: “Yo no tuve nada que ver, fueron ellos quienes nos vinieron a estropear nuestro proceso”. O mejor dicho: “Hay un incremento (en la inseguridad) que obedece a que tenemos muchas más personas que antes estaban en prisión (y ahora están libres)”, dicho por el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, respondiendo a la pregunta de los reporteros sobre el aumento de la violencia en la Ciudad de México.
O sea, nosotros no tenemos nada que ver, ni tampoco nuestra incapacidad de contener el crimen y mejorar las policías, eso es secundario. Todo es culpa del nuevo sistema de justicia penal que está dejando libre a los criminales, nosotros seguimos haciendo bien nuestro trabajo.
Pero mientras, el procurador de justicia de la Ciudad de México, Rodolfo Ríos Garza, renuncia cuando su dependencia acumula 438 averiguaciones previas por homicidio doloso de enero a mayo en 2017, la cifra más alta para este periodo desde 1997.
Pero esta lavadera de manos no es exclusiva de los gobernantes de la CDMX. También el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, aseguró que el incremento delictivo en mayo de 2017, considerado como el mes más violento de los últimos 20 años, con dos mil 186 homicidios es por que los encargados del nuevo sistema de justicia penal dejaron libres a todas las personas que cometieron delitos con arma de fuego.
Hombre, uno pensando que todo se debe a que el crimen organizado está avanzando en todos los puntos del país, que las corporaciones que nos brindan seguridad están infestadas de corruptos, que la impunidad en algunos estados representa más del 90% porque quienes investigan y juzgan son incapaces, y que la mayoría de los políticos únicamente ve por sus intereses. ¡Qué ingenuidad de mi parte! Todo era culpa del sistema.
A mí la verdad ese discurso me suena a un mero pretexto de quienes no han sabido hacer su trabajo.
Casualmente, hace un año, todos aplaudían la entrada en vigor de dicho sistema, y ahora, este es el responsable del aumento de la violencia. A mí la verdad ese discurso me suena a un mero pretexto de quienes no han sabido hacer su trabajo.
A ver, ¿y los homicidios, desapariciones, torturas, secuestros y violaciones graves a derechos humanos previos a junio de 2016, cuando entró en vigor el sistema de justicia en todo el país?
Por ello, varias organizaciones lanzamos la campaña #JusticiaSinPretextos, donde les exigimos a esas voces —que han tratado de deslindarse de su responsabilidad— que mejor hagan su trabajo, realicen buenas investigaciones al momento de detener a una persona, que no torturen a los presuntos culpables, que tengan más pruebas que únicamente las declaraciones de testigos y metan a la cárcel a quien deba estar ahí.
Basta de pretextos, mejor trabajemos.
*Una versión de este artículo fue publicado originalmente en Huffington Post México. En este sitio se reproduce el artículo con autorización de la autora.

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