10. Sentimientos de la prietud I
Fieles a su responsabilidad de ceder el micrófono, las colaboradoras han decidido inaugurar un nuevo espacio en donde distintas voces prietas puedan coexistir: Sentimientos de la prietud. Así que en esta primera entrega les presentamos al Señor Rafael Galán, maestro jubilado, que Lenny conoció en el metro de la Ciudad de México. Los caminos de la vida vienen repletos de grandes mensajes. A veces sólo basta abrir el corazón y escuchar con el alma. Los caminos que elegimos, de vez en cuando, nos pone frente a frente con ciertas personas. Encuentros que no esperamos, pero después agradecemos. Un usuario del metro puede tener justo las palabras que necesitamos. La mayoría de personas tiene algo que decir, sólo que no siempre estamos listos para escuchar.
La blanquitud oprime, nosotrxs aprietamos.
Si usted al igual que nosotrxs se encuentra total y absolutamente comprometidx con erradicar de una vez por todas el espeluznante racismo que asola y subyuga a México, le sugerimos tomar asiento, sintonizar este podcast de inmediato y sobre todo paciencia…mucha paciencia.
Tras el desencanto del supuesto activismo y la onda progre, un oaxaqueño bastante aferrado (Lenny) y un tacubayer de toda la vida (Danny) decidieron juntarse para desafiar al dragón escarlata de la supremacía blanca mexicana.
Sin nada más que un sueño y sus intensas personalidades, las ahora colaboradoras buscarán reivindicar y enaltecer todas las formas de la prietud. Por lo que han decidido abandonarse a sí mismas para recorrer los confines de este inconmensurable territorio y reclamar los protagonismos que les han sido arrebatados. Ser protesta y propuesta.
A lo largo de Prietologías tendrán el privilegio de conocer personas maravillosas y escuchar sus historias. Aquí no se viene a dar voz, sino a pasar el micrófono y mostrar el talento. La intención es que quien escuche reflexione, se cuestione y actúe en consecuencia. Se parte desde el amor, pero la rabia también es necesaria. Así que al que le duela, que se sobe.
Atentos, prietxs.
Somos chingonxs.
Llegaremos lejos.